El pasado 10 de Octubre dentro del evento de Creatus Dominus, volví a ser estudiante.
Me sentí como hace unos años cuando intentaba ir a conferencias para saber la opinión de primera mano. Entonces no tenía la suerte de tener un evento dedicado por y para diseñadores (y menos a este precio), donde los diseñadores con sus inquietudes pueden ver, compartir espacios y mesas redondas donde explicar las inquietudes y el panorama que ellos viven en cada una de sus disciplinas.
La diferencia es que esta vez, yo estaba en el otro lado… quien me lo iba a decir. Aunque la sensación es muy parecida a como la recordaba. Escuchaba a uno de mis compañeros en una de las charlas que dio, mientras contaba alguna de esas anécdotas me venían las imágenes a modo de flash back. Que recuerdos…
El tema de pechakucha intentamos llevar algo más técnico y didáctico. Pero no pudimos competir con los monólogos muy buenos que presentaron mis compañeros, me descolocó por completo. Pero bueno, salimos al ruedo, no sólo tuve que lidiar con esto, sino que mi compañero Roberto Cabrera que se tenía que presentar me pasó la batuta en el último momento ( y pensé «Qué Cabrón! ahora me dices esto») Pero bueno, estamos para los buenos y malos momentos.
De repente me acordé de cuando acabe la carrera en Elisava, me quería comer el mundo absorbiendo todo el rato como si de una esponja se tratará todo lo que se ponía a mi alcance y pensando que algún día yo estaría al otro lado.
También me vino a la mente como empecemos el proyecto de Imprimeya que ahora es toda una realidad. Un proyecto lleno de dudas que poco a poco, fuimos modelando hasta lo que es a día de hoy. Como todos los principios fue muy duro con más ilusión que dinero, pero con muchas ganas y un rumbo fijo que fuimos labrando a base de horas y horas.
Toda esa época, ahora desde la distancia la veo con gran cariño. He tenido la suerte de conocer a mucha gente por el camino, en colaborar en pequeños estudios hasta agencias de multinacionales gigantes. De todos estos sitios he aprendido cosas muy útiles y me llevo grandes recuerdos. He tenido la suerte de acabar trabajando con personas que siendo diferentes anhelan el mismo fin y puedo considerar amigos.
Resumiendo el éxito de un proyecto lo marcan las personas de las que te rodeas, las ganas y la ilusión han de suplir la falta de experiencia puesto que el camino es difícil y largo pero la meta es siempre una gran recompensa.
Quiero dar las gracias al equipo de Creatus Dominus por dejarnos estar en este gran evento.